jueves, 8 de diciembre de 2011


COLMENA DE SALES MILAGROSAS


Entre libros y relámpagos matutinos
habita un péndulo de luz
que el agua erige en mi memoria

Vetusto ojo de lo Arcano
Astrolabio exquisito en busca
del diluvio equinoccial en mi frente

Oscila un árbol construido
de sucísimas palabras
traspapelado emblemáticamente
entre un museo de sombras

Un discurso epifánico
me despeina la vida mientras recorre
en mi voz un escurridizo pez tatuado
en la imaginaria virtud de mi despedida

Enorme templo de agua cósmica
se derrama justo en nuestros pies descalzos

Por fin me limpio
el rostro balsámico del salitre
que ensimismado al secreto de la tarde
                             me dice que eres tú
precisamente en mis orillas
colmena de sales milagrosas


IMAGO


El orfebre – a quien también
llaman mago por su incorregible
claustro en el brillo de su piedra –
soñó haberse vinculado
en la creación de la angustia

Por eso la muerte
es un tema obsesivo y recurrente
en la nostalgia del poeta

Y el fuego [oráculo acongojado]
es un profundo misterio
que no puede descifrar mi memoria
                            ni la eterna magia

PRUEBA DEL FUEGO


El significado del fuego
no es que en un principio arda
sino que íntimamente alumbre

Pues lo primigenio del principio
es la luz llameante que nunca vemos

Y el paisaje que enhiesta al primer albergue lacustre
es una lámpara caprichosa
que ondea incesante en su voraz misterio

Me conforta saber que
el verdadero significado del fuego
es precisamente lo que nunca vemos
de su húmedo rostro

COTIDIANO TRES

«Qué pesado,
qué difícil
se me hace este
"yo soy".»

       Manuel del Cabral

Yo, el infrascrito taciturno
argonauta impostergado

Cotidiano de muchedumbres
no sublevadas
Ciudadano
de las escorias terrenales
Burlador del descaro matinal
Copista del destino incierto
Corsario de la palabra maldita

Yo, el infrascrito
caigo en la tierra
y tantas veces me levanto

El cuerpo del viento
La oratoria del lago
La claridad suprema
me aborrecen

Soy como un punto
en la oscuridad
más oscuro
que el ojo de la noche

Voy como un buzo
a través
de depravados escollos
donde el miasma
ahonda su estirpe

Yo, el infrascrito
tengo las manos hinchadas
de escribir lo mismo
y en mi más
oculta buhardilla
siento una profunda
y miserable sed
MI CASA

Como cae la noche por la barranca
no podrán caer así estas paredes
al voraz despeñadero
...
Lo saben quienes trafican con el sueño de la oruga
lo inventan los que danzan palmo a palmo
con lo oscuro de la ermita

A jirones se transfigura la casaca
que cubre mis dudas

Y a sabiendas que el guijarro se ennoblece
entre erguidos peñascos
la voluntad de la arena encrespa multitudes

Y entre olas y tornasoles cae mi casa
de la cresta a la deriva

Se estrellan sus mosaicos bizantinos
Se rompen las losetas del tejado
Se ha quebrado ya el recodo que esconde
la desnudez de mis libros

Vengo en cuclillas porque soy el mismo templo
que emerge en sí mismo mientras se va desvencijando

Descorro y vislumbro el violento cortinaje
que la paciencia desecha

Ausculto en esa enorme barranca
un descomunal sonido que poco a poco
se desmorona en mi lengua

Huyo de allí casi sonámbulo
y como bestia jadeante
me descubro despierto
entre las cenizas
CONSTELACIÓN

Ver una estepa
Arco en la constelación del vino
Rozar el dónde                       Pulir el cuándo
Viajar hacia adentro con ancas de cuero verde
Lugar enigma
Círculo dotado en su epicentro
Palpo un laberinto
Verbo exacto al comienzo de la nada
Vuelvo dilatado y me delatan los hechos
El misterio me oculta y me delata el enigma
Truncas las verdades se agolpan
Mito y lucidez rechinan
Pulo mis cabellos y el peine trastoca mis ideas
Vuelvo a la vigía
Verbo que enviste y transgrede
Polvo de estrella me obnubila
Tórrido almacén de la conciencia entroncada
Constelación:
árbol del tamaño del hombre
donde soñamos
la transparencia

ORIGEN


ORIGEN

Si buscas en los espíritus
de las conchas naufragadas
retamas de barro y musgo añejo

Origen del aguacero virgen
que se pudre en presencia
de una frase iniciática

Esencia fluvial
donde las libélulas
lavan sus ingles al fragor
de una oceánica despedida

Si buscas la lámpara en cinta
que todavía huele
a selvático fuego

El manantial que esconde
su nacimiento prematuro
en una gota de lágrima

La mano hinchada del pez
que abisma su refugio
en la aleta del hombre

El rostro aforístico
de un ave migratoria
derrumbando el silencio
de las ruinosas fronteras

El remoto caudal de la sangre
girando en su oscuro laberinto

Puertas que a media noche
se alzan en vilo cuando
el sonido de la luz sacrifica
las deudas de la palabra

Si observas la estatura del horizonte
adueñarse de la vastedad de estos montes

Encontrarás entonces
que el origen sobre estas aguas
sigue siendo